No es ninguna sorpresa que Tampere reconozca con su Grand Prix a una obra capaz de conquistar a la más diversas audiencias: en esta ocasión un acerado drama social rumano caracterizado por la extrema precisión de su puesta en escena y de sus interpretaciones.

Tan doloroso como necesario y extraño. Son tres de los adjetivos que se nos ocurren para definir este trabajo que, desde la fría Noruega, nos ha cautivado con su mezcla imposible de géneros y referencias, y que ha podido verse este mes en Alcine.

Rodado en 35mm. en un elegantísimo blanco y negro, la directora hace reposar toda la película sobre unos pocos planos-secuencia.

Ushev deja constancia de sus dotes excepcionales con esta adaptación de un cuento de su compatriota Georgi Gospodinov, uno de los puntales de la narrativa búlgara contemporánea.

Nada menos que el Limbo, el lugar donde moran aquellos niños que murieron sin ser bautizados. Konstantina Kotzamani se ha enfrentado al reto titánico de dar forma a este espacio-tiempo varado más allá de la vida y la muerte, y lo ha conseguido. Estos méritos le han valido el Premio a la Mejor Ficción de Vila do Conde.

Decorado arrancó su andadura nada menos que siendo seleccionado para la Quincena de los Realizadores de Cannes y la Sección Oficial de Annecy, para luego alzarse con los Premios a la Mejor Animación y del Público en Vila do Conde. Alberto Vázquez ejecuta con maestría una nueva fábula tenebrosa donde la angustia vital echa un pulso furioso con el humor más cáustico.

Puede que hayan visto algún documental sobre un campo de refugiados, pero difícilmente uno como este, filmado por alguien que vivió en este mismo campo y que conoce a la perfección lo que filma y a quién filma. Y lo más sorprendente: se trata de un relato terrible, pero también, a veces, hasta divertido.

Otra vez la maestría de la animación inglesa. Esta nueva producción de la National Film & TV School es una bellísima historia de amor caníbal al prójimo, realizada con adorables muñecos de algodón que, de algún modo, traen a la memoria ese prodigio que fue Oh Willy....

Mención Especial en la Quincena de los Realizadores de Cannes, y merecía más. El gran Peter Tscherkassky ha entregado este año una de sus obras mayores. Un viaje a los sueños más perversos que podrá verse en la próxima edición de Aguilar de Campoo.