El próximo martes 8 de mayo, a las 18.30, en el salón de actos de la Sala Alcalá 31 de Madrid, se celebra una nueva sesión de ‘Un año en corto’, iniciativa de la Comunidad de Madrid que cada mes organiza un evento en torno al cortometraje. En esta ocasión se trata de una sesión muy especial comisariada por Cortosfera: la Sesión Cortos y Videojuegos.
Esta sesión (complemento y colofón del reciente Taller de Cortos y Videojuegos) propone un diálogo entre Cortometraje y Videojuego. O más exactamente, entre el lenguaje del cine en formato breve y el lenguaje del videojuego. En ella veremos cuatro cortos que toman prestados artefactos narrativos, plásticos y estéticos propios del videojuego, que incluyen imágenes de videojuegos en sus relatos, o que simplemente son, a la vez, cortometrajes y videojuegos.
En todos los cortos se propone un juego con los límites expresivos, las fronteras sobre qué es una cosa y qué es otra. La sesión apuesta abiertamente por la amalgama, la sana contaminación estética, el cortometraje ‘cyborg’, a la vez videojuego y cine.
La idea de esta sesión surgió con el descubrimiento simultáneo, en Berlín 2017, de dos piezas que jugaban a placer con ambos lenguajes, ambas con una inspiración indudable, obras de nombres punteros del cortometraje internacional. Y las dos podrán verse el día 8.
La primera, Martin Pleure (Francia), está dirigida por dos de los cortometrajistas más innovadores de los últimos años. Después de su particularísimo empleo del cine X en Notre héritage, Jonathan Vinel y Caroline Poggi volvieron a sorprender con este singular experimento, que se atreve a narrar un relato intimista y desesperado (la agresividad interior de Martin, que se siente abandonado por sus amigos) haciendo uso de imágenes del Grand Theft Auto V.
La segunda es obra de uno de los maestros actuales de la animación mundial: David O’Reilly. Después de revolucionar el medio animado con Please say something, el irlandés volvió a causar sensación con Everything, cortometraje/videojuego que aspira a narrar, les juro que no bromeo, nada menos que el sentido de la vida, la certeza de que todo está conectado, apoyado en diversas grabaciones del filósofo británico Alan Watts.
Frente a las dos revelaciones berlinesas, proseguimos con nuestra apuesta por un título español. Se trata de un título conocido por todos: Safari de Gerardo Herrero. Pero en esta ocasión proponemos una nueva manera de acercarse a él: la manera de filmar esta historia de un francotirador que avanza por los pasillos del instituto, dispuesto a disparar a todo lo que se mueva, tiene mucho que ver con el lenguaje del videojuego tipo ‘shooter’, y de algún modo podría representar su reverso ferozmente crítico.
Finaliza la sesión con otro videojuego particular: Gamer girl de Irene Jukic Pranjic (Croacia). La vida cotidiana de una mujer vista como un videojuego, el día a día que incluye todo tipo de pruebas y obstáculos para llegar al premio final: haber sobrevivido un día más. Ingeniosa pieza de corte feminista que revela ante nuestros ojos el mito de la ‘Superwoman’: la mujer que se siente obligada a ser la mejor trabajadora, la mejor ama de casa, la mejor madre, la mejor esposa, la mejor amante… con los desastrosos resultados que cabía esperar.
La sesión está presentada por Óscar de Julián, Redactor Jefe de Cortosfera, y es gratuita hasta completar aforo.
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