Tengo muchas dudas y pocas convicciones. Cada paso que doy, cada nuevo proyecto al que me enfrento, no hace más que aumentar el tamaño del primer grupo y reducir el del segundo. Sin ánimo de sentar cátedra, pues cada uno tiene su propio librillo (y así debería ser siempre), comparto aquí una serie de principios a modo de anotaciones, que, a día de hoy, creo que me acompañarán siempre:
. La calidad humana de tu equipo técnico y artístico es un aspecto sumamente importante. Me gusta trabajar con gente sin experiencia y necesito que el equipo técnico se mezcle con el entorno y termine por diluirse. Por otro lado, me gusta trabajar sabiendo que la película no es lo más importante, que no es el fin último. Matria creó un espacio que vio nacer elementos, relaciones, miradas nuevas, que van mucho más allá de la película. En realidad, no creo que exista una meta como tal en el cine. La meta es el trabajo y lo que surge mientras se trabaja.
. Necesito estar involucrado en la producción de la película para actuar con coherencia, ajustando, de ser necesario, los fines a los medios. La producción plantea problemas sociales y uno tiene que estar en contacto con ella para estar en contacto con la realidad social y actuar con justicia económica. Comulgo con las ideas que promueven Jean-Marie Straub y Danièle Huillet así como Pedro Costa en relación con esta cuestión.

Matria, de Álvaro Gago
. Para avanzar necesito limitar mi libertad. Necesito establecer reglas que no puedo quebrantar. Me ayuda a tener las cosas claras, y cuanto más domino el terreno, más me abro a las sugerencias e imprevistos que puedan suceder.
. Creo en la importancia de que el cine tenga un contenido político, social, humano y comprometido con la realidad. Hay que sacar la cámara a la calle. Con Matria quería contribuir a la lucha por la igualdad entre mujeres y hombres, que desde mi punto de vista, implica también otras muchas luchas: la lucha por contar todas las historias y que así figuren en los libros (las del pueblo también), la lucha por derribar los mitos impuestos, la lucha por la liberación sexual. Luchar por la igualdad es otra manera de luchar por la libertad.
. Busco emocionar con la distancia. Me gusta tener la sensación de que no robo imágenes y que estoy estableciendo un intercambio. Pido mucho pero también intento dar mucho a cambio.
Notas que tienen que ver más específicamente con el cortometraje que me trajo aquí:
. En Matria intenté dejar de lado la experimentación narrativa para centrarme en la construcción del personaje. Me propuse no abandonar nunca el punto de vista de la protagonista y tener su cuerpo presente en casi cada plano. Buscaba darle al espectador una experiencia inmersiva en la que pudiese co-existir con el personaje principal. La perspectiva única me ayudó mucho a contar la historia de un modo simple y minimalista. Aquí tiré mucho de los Dardenne Brothers, Andrea Arnold, Sebastian Lelio o Laszlo Nemes.
. Intenté economizar mi manera de narrar al máximo y tener pocos cortes para dejar que la imagen fluyese y se sintiese orgánica. Pretendía que la audiencia pudiera relacionarse con las imágenes de una manera más visceral.

Matria, de Álvaro Gago
. Intenté utilizar el plano abierto para revelar información acerca del contexto a través del espacio, los elementos visuales y los personajes secundarios que llenan de vida la pantalla. Por otro lado, intenté alejarme de lo iconográfico y lo reconocible y reflejar lo cotidiano sin artificios ni imposturas. Copia y pega de los neorrealistas italianos o del fotógrafo gallego Virxilio Viéitez.
. Escribí el guión como si de un puzzle se tratase. Acumulé notas y grabaciones de voz y luego las edité. Me entrevisté con varias trabajadoras de la conserva pero el guión emana fundamentalmente del diálogo que tuve con una de ellas. Esta mujer, Francisca, que terminó siendo la protagonista del cortometraje, cuidaba de mi abuelo. Nos une una gran amistad y eso facilitó mucho las cosas. La confianza es fundamental.
. El guion nunca terminó de cerrarse del todo y los actores y actrices sabían que tenían la posibilidad de cambiar diálogos o acciones si así lo deseaban. El rodaje lo cambia todo y es necesario ser flexible.

Foto de equipo de Matria
. El casting es el 80% de la dirección de actores. Estuve trabajando con Francisca durante los dos meses previos al rodaje, pero no fue hasta pasado el primer mes de ensayos que saqué la cámara y rodamos la segunda escena que sale en la película, cuando se mira en el espejo, que supe que íbamos a trabajar juntos. A partir de ahí trabajamos mucho la asociación de las emociones que queríamos transmitir con cada escena a las experiencias personales de Francisca. Estas experiencias no se correspondían necesariamente con lo que sucedía en las escenas pero sí que respondían a lo que estábamos buscando. Es este un ejercicio que me ayuda a guiar (en lugar de decir) al actor/actriz. Creamos una memoria colectiva que luego utilizaríamos en rodaje: recuerda como te sentiste cuando… te acuerdas de… Francisca llegó a un punto de concentración durante el rodaje muy alto. Hubo un par de ocasiones en donde yo di la toma por buena pero terminamos repitiéndola porque ella quiso revisarla y hacerla de nuevo. La última toma del plano en el que ella llora la rodamos con una lente diferente porque lo sugirió ella, y fue esa toma la que terminó prevaleciendo en el montaje. Ella nunca había tenido ningún contacto previo con el cine pero sabía más que cualquiera de nosotrxs.
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