El chispeante The distance between us and the sky, del griego Vasilis Kekatos, se impone como el triunfador de la Sección Oficial de Cortometrajes de Cannes, donde el inquietante Monstruo Dios, de Agustina San Martín, se alzó con la Mención Especial.
La Competición Nacional del certamen madrileño fue la más rica y equilibrada, proporcionalmente superior a Internacional y Fugas, y aparte de los premiados Greykey y Ancora Lucciole, permitió descubrir piezas tan estimulantes como Selfie o Las casas que nos quedan.
Finalizamos nuestro recorrido por la Semana dejando constancia de la abrumadora presencia de protagonistas femeninas, tanto en los retratos cotidianos (Mi hermano Juan, De repente la noche, Muero por volver) como en el cine de género (Amandine, Flora, Best seller). Y algunas, pocas, 'rara avis', como Muedra.
Primera parte del extenso Palmarés de la Semana. Comenzamos hablando de los títulos, cada vez más abundantes, que abordan la problemática de los posmillenials y la Generación T: Arenal, Ráfagas de vida salvaje, Mujer sin hijo, Zapatos de tacón cubano.
Todas las ficciones premiadas estaban dirigidas por mujeres, y la mayoría de ellas catalanas: destacaron Benidorm 2017 y Mujer sin hijo. El documental premió la transmisión de padres a hijos con Greykey. Y la animación apostó por la tradición con Viacruxis.
Medina vuelve a erigirse como una cita que permite al aficionado reconocer a algunos de los talentos que en años próximos estarán copando la atención popular, y que se orientan hacia un cine que oscila entre lo autoral y lo comercial. Y este año, el Roel de Oro ha recaído en La tierra llamando a Ana.
El documental Dulce se hace con el Gran Premio en una edición donde primó más que nunca el contenido social. Cadoul de Craciun, con tres premios, fue otro de los cortos triunfadores, al lado de Cat days, All inclusive y Kaksi ruumista rannalla.
Pang-Chuan Huang se hace por segundo año consecutivo con el Grand Prix de Labo: una sección atinada y variada donde también triunfaron The Passage, Fest y María de los Esteros.
Los mismos nombres de siempre al frente de los cortos ganadores de la Academia: Pixar, Netflix y, por supuesto, Estados Unidos. Period: end of sentence, Skin y Bao son muestras de un cine tan sólido o eficaz como complaciente o amable.
Umbra, Oso de Oro al Mejor Cortometraje, ejemplifica el viraje hacia un cine más exigente, complejo y alejado de lo narrativo en que profundizó la Berlinale en esta edición, donde el argentino Manuel Abramovich y la española Irene Moray también lograron un hueco en el palmarés.
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