El nuevo DJI MAVIC PRO casi cabe en un bolsillo y nace como respuesta a la llegada del drone GoPro, abriendo grandes y económicas posibilidades a los cortometrajistas.
Esta semana se ha presentado el drone DJI Mavic Pro como respuesta al drone GoPro, dentro de una batalla comercial en la que las firmas están intentando dominar el mercado de los drones. Una batalla que, sin duda, revierte ya en beneficio de los realizadores de cortometrajes que están viendo cómo la tecnología, que hasta hace no mucho estaba solo a disposición de las grandes producciones de Hollywood, sigue abaratándose, al tiempo que evolucionando, y abriendo todo un horizonte de posibilidades para el formato corto.
En este nuevo salto tecnológico al servicio del usuario, el DJI Mavic Pro destaca por su pequeño tamaño cuando se pliega, de tal forma que puede sostenerse con una sola mano.
Al mismo tiempo, este drone puede grabar en calidad de imagen 4K a 30 fotogramas por segundo o en FullHD (1.890p) a 96 fotogramas por segundo, estando equipada con un sistema de navegación visual y realización streaming que puede llegar a los 7 kilómetros. El tiempo de autonomía se extiende hasta los 27 minutos.
Además el Mavic Pro tiene un sistema de posicionamiento y navegación GPS que manda la información a 24 procesadores integrados. De esta forma, unos sensores y cámaras de posición permiten a la aeronave navegar de manera autónoma pudiendo esquivar obstáculos no previstos por el usuario.
También viene equipado con un potente control remoto. Para un corto alcance puede ser controlado a través de un Smartphone. De todas formas, sin necesidad de él, de un modo muy sencillo, los usuarios pueden hacer que el drone les siga o les saque un selfie. De igual forma, el Mavic Pro está configurado para que de modo automático pueda regresar al lugar del despegue, en caso de que el usuario pierda contacto con la aeronave.
Todo parece indicar que el mercado de los drones avanza y este no será el último de los saltos tecnológicos que tendrán lugar para este tipo de aparatos. Además, el abaratamiento de este tipo de aeronaves (el Mavic Pro podrá comprarse por 750 dólares), hacen que su empleo se democratice cada vez más. Esto supone que en la industria de los cortometrajes, no solo las producciones más caras serán las únicas en emplear este tipo de tecnología. El futuro ya llega. El futuro ya está aquí y el cortometraje se beneficia de ello. Todo queda en manos ahora de la creatividad de los realizadores en formato corto.
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