Desde 2004 el Scottish Documentary Institute viene desarrollando una labor complementaria a los cursos formativos que imparte a través de la iniciativa Bridging the Gap, con la que ha producido más de 50 cortometrajes y varios largometrajes. Bridging the Gap pone el acento en las dificultades que los cineastas vinculados al cine de no ficción tienen a la hora de encontrar los mecanismos necesarios para sacar adelante sus proyectos y estabilizar una carrera profesional. Al comisariado y mecenazgo de proyectos suma también labores de tutoría, distribución, promoción y comercialización en un programa envidiable que ha dado a luz no pocos trabajos de interés, impulsando a nuevos creadores que apuestan por códigos y formatos alejados de las propuestas más canónicas del documental. En su nueva edición, el Festival Europeo de Cine de Sevilla fija su atención en la labor del centro escocés con una pequeña retrospectiva que recopila algunas de sus producciones más recientes, y el ciclo se ve completado aquí con otras seis propuestas más que bucean en su archivo histórico para ofrecer una perspectiva más amplia de la labor llevada a cabo durante más de una década del programa Bridging the Gap.
Los proyectos comisariados por el Scottish Documentary Institute a través de esta iniciativa, en la que puede participar cualquier cineasta residente en Escocia, tienen el sello en común de ser trabajos que ahondan en narrativas de tono observacional y en fórmulas que huyen de los parámetros más clásicos. El narrador omnisciente y la voz en off brillan por su ausencia y los trabajos ilustrados con metraje encontrado son escasos, prefiriendo siempre el acercamiento sensible, la inmediatez de lo contemporáneo y, sobre todo, el retrato de personajes con una historia genuina y distintiva.
El ciclo que Sevilla programa consta de cinco películas que reflejan las tónicas dominantes del estilo del instituto de Edimburgo, y que al mismo tiempo radiografían una tendencia actual de un cine de no ficción a caballo entre la modernidad y la tradición, pudiendo ser calificadas como de retratos documentales neoclásicos.
Polaris. Chico Pereira (2012)
El del cordobés Chico Pereira es uno de los casos más sintomáticos del trabajo del Scottish Documentsary Institute, ya que simboliza la evolución del modelo Bridging the Gap, que ha pasado de la producción de pequeños documentales a proyectos más ambiciosos de largometraje documental. En 2012 produjeron su obra Polaris, una de las más hermosas y sentidas de su catálogo, y casi a renglón seguido se embarcaron en una de sus primeras producciones largas, auspiciando el siguiente trabajo del realizador, El invierno de Pablo, rodado íntegramente en España.
En Polaris, corto que pasó por el Festival Internacional de Edimburgo, el London Short Film Festival, el Glasgow Short Film Festival y el prestigiosos IDFA (Amsterdam), Pereira habla de la soledad y la angustia del emigrante casi sin recurrir a las palabras, y cuando lo hace es en tagalo, aunque el espectador entiende rápido de qué va esta mínima conversación telefónica. Manejando bien la distancia de la cámara, Pereira sabe estar en ese paso atrás que da espacio a su protagonista para respirar con naturalidad y le dota de dignidad y humanidad al encuadrarle siempre en unas bellas imágenes.
Nae pasaran. Felipe Bustos Sierra (2013)
La propuesta Felipe Bustos Sierra, hijo de exiliados chilenos que ha recalado en la capital de Escocia, es de las más sui generis del conjunto de producciones del Scottish Documentary Institute. Su película se vincula a la historia de su país de origen y se apoya con imágenes animadas para narrar un episodio olvidado de solidaridad y compromiso con el pueblo chileno, acontecido en Escocia tras el golpe de estado de Pinochet. Allí, un grupo de trabajadores de la Rolls Royce se negaron a reparar los motores de unos aviones del ejército chileno, mostrando su rechazo a la dictadura militar y su respaldo al pueblo chileno.
Aunque no lo parezca de buenas a primeras, Nae pasaran, seleccionado en DokLeipzig, Arcipelago, DocumentaMadrid y ganador del premio al mejor documental en Zinebi, acaba también recayendo en el terreno del retrato filmado al centrar rápidamente la atención en tres de los protagonistas de aquella pequeña pero simbólica protesta, que analizan el acontecimiento en retrospectiva y conocen algunos datos nuevos que tiñen esta historia de heroísmo proletario de cierto pesimismo.
Cailleach. Rosie Reed Hillman (2014)
Hay también algo de pesimismo en este reciente trabajo de Rosie Reed Hillman, ganador del premio Especial del Jurado en Kendal Mountain Festival, del premio al mejor documental breve en Big Sky Documentary Film Festival, del premio al mejor corto documental en River Run International Film Festival y del premio al mejor corto en el Festival Internacional de San Francisco. Sin embargo, ese romántico aire nostálgico también va muy impregnado del humor sardónico e incrédulo propio de las personas ancianas que ya han vivido de todo y han visto muchas cosas desaparecer.
Cailleach tiene algo de documental antropológico en la medida en que retrata un modo de vida al borde de la extinción al centrarse en los últimos días en su casa de siempre de una de las últimas residentes de la isla de Harris, en las Hébridas Exteriores: una anciana que vive acompañada de un grupo de cabras. Es este un retrato canónico, pero la directora logra que el espectador se olvide de haber visto historias similares con anterioridad, en parte por la elegancia con la que está hecho el documental, y en parte también por contar con un personaje capaz de dar muchísimo juego tanto cuando se mueve (hay momentos con las cabras realmente simpáticos) como cuando habla (cuando repasa la lista de fotos y de fallecidos es una espléndida metáfora del paso del tiempo, otro momento también lleno de humor negro; por no hablar de la enigmática relación con su padre).
Pouters. Paul Fegan (2012)
Paul Fegan es el responsable de uno de los cortos con más éxito de los producidos dentro de la iniciativa Bridging the Gap. Entre sus laureles se encuentran el premio al mejor corto escocés en el Glasgow Short Film Festival, el premio al mejor corto documental en el London Short Film Festival o el premio del público en el Hamburg International Short Film Festival. El suyo es también un retrato curioso.
Pouters habla de parentesco y rivalidad en el marco de una peculiar competición de palomas mensajeras. La gran cualidad de este corto es su capacidad para trascender del acercamiento a una afición pintoresca y a buen seguro anodina para quienes no la disfrutan, y, llevado por la competitividad y también cierto sentido del compañerismo de sus protagonistas, y profundizar hasta temas mucho más universales sacando a la luz aspectos emocionales del alma humana muy comunes. Curioso, divertido y progresivamente profundo, Pouters va atrapando al espectador a medida que las palomas van dejando paso a algo más.
Directed by Tweedie. Duncan Cowles (2014)
Duncan Clowles rastrea en una de sus líneas de trabajo la historia callada de su familia. Radio silence fue una aproximación a un padre ensimismado para tratar de comprender su mundo interior y su pasión por las radios antiguas, explotando el contraste entre un hombre callado y un aparato que no calla nunca. Es también un intento de comprender las dinámicas familiares y los huecos generacionales entre padres e hijos. Con Directed by Tweedie da un paso más allá al avanzar una generación más y colocar a su abuelo en primer término, tanto delante como detrás de la cámara.
Como Ser e voltar (Xacio Baño. España, 2013), Direted by Tweedie parte de la pretensión del director de explicar a sus abuelos cuál es su profesión, y también como Baño, Cowles se encuentra con la paciencia y la ingenua incredulidad de un abuelo que no termina de ver clara la diferencia entre el juego y el trabajo. Más que un retrato de su abuelo, Cowles pone en imágenes un salto generacional donde la incomprensión se suple con cariño. No hay que mencionar que entre medias, Cowles consigue elaborar una suerte de documental cómico con un desenlace fascinante, en el que el abuelo se ve ante la cámara y descubre lo viejo que es. Es sencillamente emocionante la mezcla de sorpresa y decepción con la que dice que su imagen le recuerda a la de su padre. Tal vez en esta reflexión, este particular juego de espejos, esté el verdadero motor de la investigación familiar de Cowles.
Directed by Tweedie ha obtenido el premio al mejor corto escocés en el pasado Glasgow Short Film Festival, el de mejor documental en la Fife Independent Film Expo y ha sido finalista para el Channel 4 Award a la inovación narrativa.
Acompañando la programación dedicada al Scottish Documentary Institute que se ofrece dentro del Festival de Cine Europeo de Sevilla, Cortosfera ofrece otros seis trabajos más que permiten trazar una perspectiva histórica más amplia en la evolución de la iniciativa Bridging the Gap. Si la selección de Sevilla se centra en los trabajos más recientes, producidos entre 2012 y 2014, aquí nos fijamos en el periodo inmediatamente anterior (2006-2011), cuando el proyecto de producción y distribución ya comienza a consolidarse y a generar obras de relieve y repercusión. Las seis piezas se ofrecen íntegras en versión original.
Last in line. Dylan Drummond y Blair Scott (2006)
Una de las primeras producciones viajeras de Bridging the Gap, presente en Hotdocs, Ofensiva International Film Festival, Milano Film Festival, DokumentArt y Edimburgo, Last in line se enmarca dentro del estilo de retrato característico que promueve el centro escocés, poniendo la mirada en uno de los últimos vestigios de la tradición de narradores nómadas que viajaron por Escocia durante siglos.
Retrato sencillo y conmovedor de un tiempo y una tradición oral que difícilmente volverán, pero cuyos pocos supervivientes tratan de mantener viva no sólo por nostalgia o herencia, sino por ser parte esencial de su personalidad y de su forma de vida.
How to save a fish from drowning. Kelly Neal (2007)
En ocasiones, Bridging the Gap se permitió el lujo de viajar fuera de Escocia y esta es una de las más exitosas. Ganador del BAFTA Scotland a mejor director novel, además de una mención especial en Edimburgo, How to save a fish from drowning estuvo en otros certámenes de prestigio como Krakovia, Los Angeles o Leipzig.
En él, Kelly Neal nos lleva a las heladas tierras del norte de Estados Unidos, a una comunidad rural perdida y solitaria, donde un grupo de ancianos pescadores matan las horas invernales pescando en el hielo y hablando de los viejos y buenos tiempos. Nuevamente la nostalgia de un tiempo pasado y la plasmación fílmica de un ecosistema al borde de la desaparición son los temas centrales del relato, que en este caso alcanza cotas de gran belleza gracias a los desnudos paisajes que rodean a los protagonistas, símbolo de la despoblación y muerte de su entorno.
Calling home. Marcelo Starobinas y Maria Eduarda Andrade (2008)
Ismailia Film Festival, HotDocs, South by Southwest, Sheffield Doc/Festo Dokufest son algunos de los lugares que visitó Calling home, documental hecho a cuatro manos por Starobinas y Andrade donde su condición de emigrantes en el Reino Unido empapa el argumento del film.
Sencillo a la vez que eficaz, más que el retrato de unos personajes (que lo es), es el retrato de un espacio, un locutorio en el que san cita emigrandes de distintos países para comunicarse con sus familiares en sus lugares de origen. Poco más que apuntar hacia los personajes y dejar que sus historias fluyan basta para que el corto se apropie de emociones básicas, de soledad y dolor, y la experiencia de vivir alejado de las raíces y de los seres queridos quede recogida de manera sintética y clara.
Christmas with Dad. Conor McCormack (2008)
Christmas with Dad tiene algo en común, aunque sea de lejos, con Buenos días, resistencia (Adrián Orr. España, 2012). Puede que sea su visión atípica de la paternidad, donde la particularidad imagen de rapero de su personaje central desactiva los estereotipos preconcebidos. A medida conocemos el personaje y su circunstancia (bien resumida en el título) la fachada de tipo duro y barriobajero deja entrever también al chico sensible y doliente que habita debajo.
El tema navideño está especialmente bien elegido, pues pone el acento en el tono familiar que va a tener el corto, pero también es abordado desde una óptica nada tradicional; es más lo idílico choca frontalmente con lo real para dar paso a una visión mucho más humana del personaje.
Peter in Radioland. Johanna Wagner (2009)
Otra historia de soledad es Peter in Radioland, ganador del premio al mejor corto británico en el festival de Hull y mejor corto escocés en Edimburgo, además de haber sido seleccionado en Palm Springs Short Film Festival, Hot Docs o Cinema du Reel.
Peter ama las radios y son su mecanismo de escape ante el aislacionismo en que el vive inmerso. Peter in Radioland pertenece a esos documentales siempre difíciles y controvertidos en los que las debilidades del protagonista son el núcleo central de la trama, pero en este caso, los problemas de su personaje central son más bien una excusa para bucear en nuestras necesidades de comunicación y conexión con el mundo que os rodea. Wagner acierta a la hora de adoptar la distancia/cercanía apropiadas en cada momento de su relación con su protagonista. Apuesta en todo momento por la dignidad en favor de la explotación, dando como resultado no sólo un buen trabajo, sino todo un ejemplo de ética documentalista.
Under the surface. David R. Cairns (2011)
Terminamos esta parte del recorrido por el catálogo del Scottish Documentary Institute dentro de su línea de trabajo Bridging the Gap con una de sus piezas más descorazonadoras. Documental de creación trufado de entrevistas y fragmentos incautados, Under the surface ofrece el retrato de un lugar y de un tiempo concretos, la ciudad de Dundee, y de cómo en un momento dado vivió un repunte inaudito de los casos de suicidio juvenil, hasta el punto de desatar una pequeña alarma social. Como reza su título, la pretensión de esta obra es profundizar más allá de los titulares de los periódicos y del sensacionalismo de las cadenas de televisión para desenterrar la profunda tristeza y la depresiva monotonía que se esconden bajo la somnolienta languidez de la ciudad, contrarrestando el frívolo aire de hype con que los medios están tratando a las prematuras muertes juveniles.
Imágenes brumosas, atardeceres fríos, ríos caudalosos y rugosidad general son las pinceladas pictóricas de este seco trabajo de David R. Cairns, en el que la rigurosidad de la investigación se complementa con un adecuado y bonito tratamiento visual, que contribuye a dotar al corto de una atmósfera tan mortecina como inquietante. Under the surface ha sido presentado en el Edinburgh International Film Festival y en el Glasgow International Human Rights Documentary Film Festival.
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