El Festival Internacional de Cortometrajes de Aguilar de Campoo (FICA) suele hundir a los cronistas de Cortosfera en un estado de esquizofrenia. Hace cuatro años esta revista comenzó a ocuparse de buena parte de la Sección Internacional del FICA, y consecuentemente cada año tuvo que redactar aquí su propia valoración de la misma (y en algún caso autocriticarse ferozmente). Hace un par de años el firmante de estas líneas ganó el Primer Premio del Festival, y a continuación tuvo que escribir aquí él mismo sobre sí mismo. Pero este año la esquizofrenia es galopante: Cortosfera se ha encargado de la programación global del Festival; y nuestro Director de Contenidos, Jorge Rivero, ha sido el Director de Programación del certamen (siempre respaldado por el auténtico ‘alma mater’ del FICA, el Director Jorge Sanz, y el insustituible equipo, al que mandamos un abrazo). Así que a ver cómo contamos esto.
Dicho con toda la prudencia del mundo, y procurando emplear unos parámetros más o menos parecidos a la objetividad, parece que la cosa ha ido bastante bien. El Festival ha apostado por una línea más juvenil, fresca y retadora, y esta línea se ha visto acompañada de un incremento considerable de la presencia internacional (el número de cortos se ha triplicado), aunque eso sí, en todo momento se ha procurado establecer un diálogo, un punto de encuentro con el espectador medio. Eso ha dado lugar a una selección llena de títulos con temáticas de corte humanista en los que el drama social ha sido el rey (y la comedia ha escaseado, como luego veremos).
Esta nueva línea se ha visto complementada por la inclusión de diversas secciones informativas que apostaban por nuevos lenguajes y nuevos públicos: un ciclo sobre la Agencia del Cortometraje Portugués, otro sobre el Nord Kart y, muy en especial, el dedicado a mujeres documentalistas españolas, que permitió el encuentro de personalidades de la talla de Virginia García del Pino, María Elorza, Patricia Sánchez Mora, María Cañas… Así, parece que el objetivo fundamental del FICA 2017 se ha cumplido: atraer al público tradicional ofreciéndole propuestas novedosas, y al mismo tiempo programar diversas actividades que puedan satisfacer las expectativas de todo tipo de espectadores. Y en cualquier caso hay un hecho que desborda la responsabilidad de Cortosfera y atañe a la labor del Festival en su conjunto: el número de espectadores se ha duplicado respecto al año pasado.
Los premios mayores
Enumerar los cortometrajes que figuran en el Palmarés del FICA resulta de lo más gratificante: dado que Cortosfera ha sido la encargada de confeccionar la Sección Oficial, es lógico que muchos de los títulos hayan sido ya ampliamente comentados y defendidos en estas páginas (Min börda, No jungle (Mejor Cortometraje dirigido por una Mujer), Los invitados siempre vuelven, Signature, Vacío, Los desheredados, A gentle night...) y es francamente agradable comprobar que los dos premios mayores corresponden a sendos y cortosféricos Cortos del Mes.

Matria, de Álvaro Gago
El Mejor Cortometraje Nacional es el triunfador absoluto del certamen: Matria, de Álvaro Gago, ya sobradamente reconocido como Mejor Corto Español en SEMINCI y Primer Premio en Alcine (y ahora, seleccionado en la Internacional de Clermont-Ferrand). Precisamente en la crónica que publicamos sobre Alcine anunciábamos que sería nuestro próximo Corto del Mes, lo que aún no imaginábamos es que muy pronto iba a convertirse en el Corto del Año. Matria (neologismo que reivindica la feminización de la expresión ‘Patria’, y no digamos ‘Madre Patria’) es un relato naturalista pero a la vez estilizado, en el que la presencia masculina es poco menos que una figura entre sombras o agazapada tras un cristal, que sin embargo condiciona de manera salvaje la existencia diaria de las mujeres. Antes de que acabe la semana aparecerá nuestra reseña sobre este espléndido corto, que al igual que ocurrió en Alcine volvió a suponer el Premio a la Mejor Actriz para una memorable Francisca Iglesias Bouzón.
Tampoco vamos a extendernos sobre el Mejor Cortometraje Internacional, que se repartió ex – aequo entre Ambulanse, de Sebastian Torngren Wartin (Noruega) y Scris/Nescris, de Adrian Silisteanu. Por la sencilla razón de que ambos ya fueron, en sus momentos respectivos, Cortos del Mes en Cortosfera. En ambos casos se trata de narraciones convincentes y llenas de vigor, y en ambos casos abordan conflictos sociales con extrema crudeza y con notable capacidad para la empatía, relacionadas con la inmigración rumana en el caso de Ambulanse y la comunidad romaní en el caso de Scris/Nescris.

Les bones nenes, de Clara Roquet
Volviendo al Palmarés Nacional, tampoco hace falta extenderse con el premio al Mejor Director para Clara Roquet por Les bones nenes, ya que este delicioso corto fue comentado cuando ganó el Tercer Premio en Alcine 2017 (ex – aequo con el espléndido La inútil). Únicamente constatar la amplia aceptación que concitó Les bones nenes entre todo tipo de públicos, ya que fue uno de los que disfrutó de mayor consenso en toda la Competición. Y mencionar los otros dos premios del Jurado, que correspondieron a dos títulos también reseñados en esta revista: Mejor Fotografía para Oriol Colomar y Xavier Marrades por el adorable documental Cucli, y merecido Mejor Montaje para Manuel García Calvo por el estupendo Vida y muerte de Jennifer Rockwell.
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